Ave
noctívaga
desorientada
en
oscura
calle… angustia.
Destempla
los sentidos
acompasada
melodía,
habla
de amores extraviados
orgullo,
soberbia,
odio
e incomprensión.
Mis
pies y alma
desnudos
sobre
arena;
el
mar me ciñe.
Mi
piel reclama
tu
piel, tu sangre.
Musito
cabizbaja
la
cadencia musical.
Luna
y polvo de estrellas
se
cuelan
por
la ventana,
luna
de otoño;
luna
gigante.
Espero
al ave noctámbula.
Me
posee la melancolía…
soy
rosa con espinas;
ya
no funciona
mi
ritual de amor…
Siento
que no respiro y
un
dolor incontrolado.
Me
arranco la piel
ante
la necesidad
de
abrazarte.
Insomne
llegas y
te
marchas,
pasajero
del
mundo.
El
viento mece mi sueño;
la
lluvia traspasa el deseo y
brota
la palabra terca
en
este poema sin destino.
Monótono
ritmo procaz
de
vibración sonora…
lejana;
lo
trae el viento otoñal.
En
este tiempo sepulturero.
América Guerrero González
México