Solo en un día,
solo un segundo para marcharte,
gritando que lo nuestro nunca debió ser.
Maldiciendo la hora de nuestra unión.
Te vas sin decir adiós,
lo siento por ti
porque solo yo sé:
Que volverás a tocar la puerta de mi amor y
sabrás que
la última abierta tu egoísmo la cerró.
Decías que fue lo nuestro una equivocación,
que ya no fui lo que tu mente imaginó.
Demasiado tarde para el olvido, de esa unión
la semilla brotó.
Te vas , pero yo solo sé que:
Volverás a tocar la puerta de mi amor y sabrás
que la última abierta tu egoísmo la cerró.
Solo un día, solo un segundo para encontrar
mil defectos que antaño de virtudes me vestías.
Solo un día para decidir tu destino
y saber que lo nuestro no era tu camino.
Como hacerte entender que este juego no es mi juego,
que
no soy tu peón ni tu alfil.
Que de mi vida ya no eres dueña,
que me da pena,
cerraste las puertas que un día estuvieron abiertas, para
ti.
Miguel Salvador Rodríguez Azueta
Veracruz, México