Héctor Daniel Paz
Hoy te hago la siguiente dócil pregunta, ¿en qué lugar del día, y de la vida, te gustaría quedarte refugiado, y así existir para siempre?
¿Cuando eras niño y jugabas, entres tus nonos y padres soñando un mundo fantástico donde el tiempo no presidía a la felicidad de vivir?
En que gajo de la vida te deleitaría encontrar ese minuto mágico que te hizo sentirte mimado por la vida, y mecido por el sol del aura.
¿Cuándo joven, que de guardapolvo blanco, flequillo y sonrisas enormes ansiabas hallar en el amigo y el saber, eso que honrabas?
Hoy me hice esa pregunta y no encontré respuestas a pesar de haber vivido soplos, que llenaron mis ojos de lágrimas por lo habido.Cuándo grande, tal vez, y llegó a mi vida ese brote que perfumada por el amor, vi crecer de forma tan fugaz, hasta que tomó su vuelo.
La mañana se asoció con el aroma de un oscuro café, y los sonidos del viento, en las verdes hojas, me dijeron que no parara la marcha.
Pero Tú, ¿pensaste si hay, en el tiempo que viviste, un mogote mágico donde gustaría cobijarte, de las lluvias o los soles por vivir?