Recuerdo, esa tarde en primavera
el arrullo del viento,
la noche estrellada,
con el manto del universo.
Te vi, lejos, distante,
quise tocarte con mis manos extendidas,
tomarte y llevarte a un hogar
frio y sereno.
Imagine tu luz, iluminando
centelleando en mi almohada,
y yo queriendo guardarte
como el más intimo secreto.
y ……………..así fue.
Recuerdo que me pediste
volar, y volar,
decías que tu luz iluminaria el universo,
entonces, lloré,
no querías ser mía.
Abrí mi ventana, y lance al viento,
tu etérea figura, y te posaste
nuevamente en el manto del firmamento.
Yo…… siempre te veo,
me descubres y centelleas más aprisa,
sé que te pediré, por las frías mañanas
y por las largas noches…..un deseo.
Sé que me das tu señal
cuando junto a tus hermanas
caen en el mundo,
cumpliendo mil deseos.
Siempre he creído en ti,
desde el inicio de mis sueños,
cumpliéndome, anhelos,
bailes imaginarios, y locos deseos.
Gracias querida estrella del firmamento,
nunca olvidare el día en que te conocí,
nunca olvides que creeré en ti,
cada día, cada noche de mí existir
y cuando ya no me encuentre,
en mí mundo terrenal,
seré un hermano mas en el firmamento
que caeremos, cumpliendo mil deseos.
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