Tú serás cálida arena de mar
Y yo la brisa que te humedezca,
Yo seré un cristal en todo lugar
Y tú el resplandor que me engrandezca.
Tú serás blanca rosa en primavera
Y yo el céfiro que te acaricie,
Yo seré la idea pura en espera
Y tú el afán que todo lo inicie.
Tú serás dulce luna enamorada
Y yo el lago en el cual te reflejes,
Yo seré tu guardián de madrugada
Y tu mi ilusión cuando te alejes.
Tú serás un hermoso atardecer
Y yo el ruiseñor que te recuerde,
Yo seré el ensueño al anochecer
Y tú el hoto que nunca se pierde...
Autor: A.Antonio Díaz Ibáñez
País : México
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