La luna pálida brillaba
Con esplendoroso fulgor
Hermosa claridad
Con el que ella iluminaba.
Cuando el sol resplandecía
Toda ella blanca estaba
Creyendo que era su luz
Con la que ella brillaba.
Pero una noche el mar le dijo
Tonta, no es tuyo el fulgor
Es el sol resplandeciente
El que te da tu color.
Y descubrí ese día, amor,
Que tú para mí eres el sol
Porque sin tus dorados rayos
Así como la luna opaca
Por siempre sería yo…
MARÍA LUZ OLIVARES ALDANA
PAÍS: MÉXICO
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