Entre a mi
habitación
¡rápido! ,¡agitado!
.
Busque entre
sabanas
ilusiones…
esperanzas.
Esta mañana el
alba me despertó,
se veía tan
triste, y un cielo opaco
gris, incoloro
de felicidad.
¡Rápido!, ¡agitado!,
descubrí tu
silueta,
tu sien sobre
la almohada
y tus brazos,
como buscando
un timón de
amor.
Descubrí en tu
rostro,
mil ideas, por tus gestos,
me miraron tus
ojos azabache
me incline y
bese tu frente,
no tuve que
pedirle al tiempo,
instantes,…los
tome a mí antojo.
¡Rápido!, ¡agitado!
como queriendo
detener el tiempo,
tome tu rostro
en mis manos
acaricie tu
cabellera,
¡rápido!, ¡agitado!.
Las frases no
brotaban de mis labios
ordene al
corazón,
no respondía,
a mis sentidos,
solo quede
impávido,
tu rostro
quedo mirando al mío
no hubo
palabras, no eran necesarias.
¡Rápidos!, ¡agitados!,
escuche tus
latidos,
que siendo
míos, estaban en mi pecho.
las frases
podrían irse
sin haberse
pronunciado
el alma me
decía que gritara
y el corazón
sereno a veces
otras agitado.
Solo pudieron
hacer que mis labios
pronunciaran solo
tu nombre
no hubo
frases, rápidas ni agitadas
solo hubo paz
en tu regazo.
Aun bajo las
penumbras de la noche
en la
inmensidad de los confines del universo
solo bastaría
para seguirte amando,
tomar tu
rostro en mis manos
Ramón de Jesús Hernández Olivares
País: México
No hay comentarios:
Publicar un comentario