Deja
que nuestras miradas se encarguen
de
dar el brillo al instante en que ellas
platican
en silencio.
Aún
en esas mañanas de insomnio
y
caricias coquetas de nuestras manos,
ilusióname
que mañana… repetiremos la historia.
Sellemos
nuestros labios con el secreto
que
bebemos uno del otro,
tan
solo nuestro.
Humedece
la comisura de mis labios,
de
esos besos que en sueños,
recuerdan
tus tesituras e intervalos.
Solo
tu ilusióname escuchar mi nombre
en
las majestuosidades de la noche fría
mientras
besas mi espalda.
Que
nuestro abrazo sea el refugio del alma solitaria
que
espera … a que el reloj avance
y el calendario cambie de fecha.
ilusióname
que no llegarás tarde a la cita
Ramón de Jesús Hernández Olivares
Derechos Reservados
México 2015
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