Solía sentarme a la orilla de aquel río cada
Octubre, a recordar tiempos de mi infancia, en los que mis abuelos me llevaban
de la mano contándome sobre la pesca en ese hermoso río. Mamá, preparaba el
picnic junto a papa y mis hermanos, la familia se reencontraba en tiempos en
los que las nubes y el sol hacían las pases. Unos días llovía, unos días
brillaba el astro rey.
Las generaciones continuaron y las líneas del tiempo
se ampliaron, se desviaron, se separaron. Aprendí de cada uno a valorar esos lazos y en cada poesía,
en cada verso, incluía una metáfora que mencionara hechos de familia,
relaciones humanas, al amor. Así comencé a reconocer con honor a mis difuntos,
entre líneas, en cada pensamiento al anochecer, ahora aquí, a la orilla del río
de mis antecesores, aquí donde termina una historia y comienza otra.
Mañana tenemos reunión familiar, un picnic a unos
metros del río, mi hijo está ansioso a que le cuente una vez más cómo mi abuelo
me enseñó a pescar, y al llegar a casa, me leía un cuento mientras yo dibujaba
imágenes que recreaba en mi mente al escucharlo.
Es fin de mes, más apenas es el comienzo de una
nueva historia, con mis amados blanquecinos, transparentes, sin un cuerpo físico,
pero con una hermosa energía... A uds, mis respetos y mi amor Universal.
Venezuela
@letrasysentires
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