TU LIBERTAD
Octavio
Ponzanelli
México
Al fin se abrió la puerta, saliste, ahora eres libre, ahora vuelas alto,
haces piruetas en el aire y desde lejos me adivinas extrañándote.
Mucho tiempo pasaste en cautiverio, desde tu rincón querías estar en las
reuniones, anhelabas ser parte de las conversaciones, lo sé porque se notaba en
tus ojos.
Tu mirada siempre pendiente, tu mente siempre alerta pero tu alma
siempre encerrada.
Sabías del sol porque veías su luz entrar por la ventana, sabías de la
noche cuando te rodeaban las sombras.
Anhelamos los tiempos cuando cantabas, cuando salías y revoloteabas
entre nosotros, cuando nos hacías reír y cuando nos procurabas.
Fue difícil verte así, viejo, cansado … postrado.
Una tarde se abrió tu puerta, querías irte, pero también quedarte, lo
dudaste, lo meditaste, te hizo falta que te diéramos permiso.
Solo queríamos agradecerte, necesitábamos que supieras lo fantástico que
fueron los tiempos que compartimos.
Fue duro dejarte ir, dejarte salir, dejarte ser libre.
Después de tanto penar pudiste dejar ese cuerpo que te limitaba, que te
tenía atrapado … que te dolía.
No hay comentarios:
Publicar un comentario