sostengo entre mis manos
un conjunto
de duras enseñanzas,
de
experiencias en las que lloré…y lloré.
Lloré por
mi incapacidad que yo decía: infortunio.
después,
lloré por no poder cambiar mis destrezas.
Y aquí
estoy: Tranquila, fuerte y luminosa.
Disfrutando
del viento que mueve mis cabellos,
confiando
en el camino,
admirando
la luz y las estrellas.
APRENDIZAJE
Por: Heidi Sosa Cruz
País: México.
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