Ella era hermosa, de plumas albas,
tierna gaviota que no sabía volar.
El, experto gavilán, entre sus
garras la atrapó,
cortó sus alas sin desplegar.
Cerró sus labios con cintas de
seda,
para impedir su inocente cantar.
Era un adorno fresco y bello
encerrada
en jaula de oro y cristal.
Joven gaviota nunca pierdas las
esperanzas,
sigue luchando sin descansar,
jamás te rindas, sigue adelante,
aprende a abrir tus alas.
Elévate desde el suelo, en alto
vuelo,
que adorne el cielo tu surco
blanco,
hasta llegar al inmenso mar,
ya en sus aguas, limpia tu alma,
podrás llorar lágrimas de sal
luego sepulta tus penas
en su oscuro y helado lecho de
agua y de sal.
Queden allí prisioneras,
mientras tu cantas en libertad.
JOVEN GAVIOTA
ÁNGELA PINALES VALDEZ
REPÚBLICA DOMINICANA
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