Poderoso
hechizo
incité
para que me amaras.
Esperanza
del nuevo día…
de
alcanzar una estrella.
Entre
risas, largas pláticas,
y
bromas me enamoré.
Poemas
de Neruda
iniciaron
el idilio.
Con
Baudelaire te
exaltaste.
Revelé
el velo de tu lírica.
Brillaba
en el horizonte
sonrisa,
poesía e ilusión.
Me
sumergí en tus palabras
extasiada…
entre
baladas y murmullos.
Una
tarde de abril
el
sortilegio se cumplió.
Primavera
de recuerdos,
nostálgico
ensueño.
Tus
versos llenaron
la
oquedad de mi
infortunio,
la ausencia de amor…
mi
soledad.
Poemas
con sangre de poeta.
¿Recuerdas
el tranvía?
Quiero:
Un
rosario de amor
para
tu dolorido pecho.
Los
anillos de Saturno
para
ornan tus dedos.
El
arcoíris policromo
para
pintar la alborada.
Llueve…
el
pasado agoniza
la
lluvia estiva
diluye
el
conjuro.
Atrevido,
olvidado,
incoherente
poema.
¡Aviva
el amor!
América Guerrero González
México
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