Mi cuerpo, mente y alma
se quedaron atrapados entre
la obscuridad y el limbo,
al intentar tomarte la mano
mientras tu cuerpo se
adentraba al abismo;
vi el segundero detenerse
pero era demasiado tarde
para pausar el tiempo,
pues ya hacías lejos de mí,
aunque pude conocer el
sentimiento
de la desesperación en tu
rostro.
Un nudo me obstruía la
garganta,
al quedarme con las manos
vacías
sentí que lo había perdido
todo
y a pesar de que seguía
respirando
sentí que se había ido la
vida.
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