MEMORIA HUMANA
Angélica Arreola Medina
Ciudad de México, México
El humo de mi memoria
se restriega en el tiempo
fuera de toda conciencia y sabiduría
permanezco inmóvil, no pienso, apenas existo.
El vacío llena mi existencia
y el sin sentido cubre la realidad
sólo está esta inmensa, sórdida,
agobiante soledad.
Antes, la vida fluía,
solo… había que vivirla.
Una canción de cuna,
los juegos felices de la infancia,
un consejo siempre a tiempo,
se agolpan en mi memoria.
Hoy… sucumbo ante lo inefable,
el dolor revolotea en mi interior,
y me carcome, lento y voraz
Inhóspito sentir embravecido.
Y tú y tú y tú, en el cielo Infinito,
donde lo único cierto, es la incertidumbre
Hermoso y algo triste.
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