Oí tu voz en el eco
de la vida
recorriendo las
grietas del olvido,
retumbando en el
tiempo envejecido
intentando escapar
de su guarida.
Oí tu canto de amor
desesperado
suplicando no
ignores tu existencia
y en el grito final
de la impotencia,
mi corazón sintió…
fue liberado.
Me detuve un
instante, enmudecida
y sentí el corazón
latir de nuevo,
fuiste tú
regresándome a la vida.
Sentí lava en mis
venas… sangre y fuego
y en mi piel por
tus besos recorrida…
¡La pasión, dulce
néctar que ahora bebo!
LA VOZ DEL AMOR
Guadalupe Espinoza
Tijuana México
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