Llevo en el alma tantas heridas,
la mayoría de ellas han cicatrizado
pero una
todavía sangra profundo,
esa no ha cerrado.
La pena inmensa de haberte perdido
no se compara a nada por lo que he pasado,
solo la muerte podrá cicatrizar esta herida,
mi
corazón aún llora, Madre porque me has dejado.
La perenne huella de tu frío beso está marcada en
mí,
cuando esa triste noche te cerré los ojos, y te vi partir...
Lourdes Lagardery
Puerto Rico
No hay comentarios:
Publicar un comentario