Siento
un nudo en la garganta
lleno
de espinas,
quemando
mis ansias, los sentidos
y
mi alma.
Miro
cada segundo que pasa
detrás
del cristal
de
un reloj de pared
roto
y polvoriento.
Me
duele el silencio
que
mata los aullidos de la noche,
mientras
una lluvia de ideas locas
limpia
la ventana.
Mis
manos temblorosas
por
la ausencia del abrazo,
que entre sueños de
madrugada
nos
entrelaza.
Cierro
mis ojos
buscando
tu imagen grabada
en
recuerdo o melodía,
que
danza entre espectros
que
delinean tu silueta,
¿Y
yo? Imagino besar tu espalda.
Al
filo de la noche atormentada
observo
que, en el lecho,
existe
un aroma más bello
impregnado
en la almohada.
Enloquezco
entre miradas perdidas
de
puntos cardinales de una habitación vacía,
que
implora tu voz,
tus
carcajadas.
Si
en instantes escucho tu respirar agitado
mis
manos se aferran a mi cara,
para
detener la pesadilla
de
una locura de amor, que avanza.
Estás
en distancias donde el camino se viste de tristeza,
llora el ave errante,
triste
la sombra del pensante,
voz
callada de los gnomos ausentes.
¿Y
mis musas?
¡Muertas!
Entre
rosas negras.
En
esta soledad que mata
camino
arrastrando la pena de tu olvido
mientras
la lluvia canta.
Del poemario " Pétalos Azules"
Ramón de Jesús Hernández Olivares
Veracruz, México
Precioso Ramón! Felicitaciones!!
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