miércoles, 22 de abril de 2015

"LAMENTOS DE LA LUNA"




En mis manos sostengo mi vida,
pendiendo de los soles,
mas cerca del mar,
a orillas mis labios beben las gotas
que mantienen viva mi alma.

¡Porque fue mi Dios quien declama mi silencio!
Mis pies caminan sobre el desierto
perdido por el hombre,
mas allá de un lago vacío,
en donde enjuago mi cuerpo desnudo.

Por las noches frías y tibian de una inspiración fugaz
una mujer se aproxima,
y mi instinto es apartar las sombras que la rodean,
la observo como un lobo, y aúllo con coraje y vanidad.

La sostengo por la cintura
y ella susurra lamentos del mundo perdido,
amada mía, amada del universo,
de las estrellas, de mi alma,
no llores porque soy quien te ha llamado,
para ser tu esclavo por toda mi vida.



JOSÉ EDUARDO CRUZ LÓPEZ
DERECHOS RESERVADOS
MÉXICO

sábado, 11 de abril de 2015

SE APAGÓ LA LUNA





Se apagó la luna
pero para encenderse
en tu alma y la mía.

Se iluminaron tus ojos,
se colmaron de amor,
me convertí en la razón
de un abrazo y mil besos.

Te aferraste a mi espalda
sentí tus latidos y tu respiración,
sentí la calma más esperada
cuando dijiste te amo.

Te protegí hasta en mi recuerdo,
te envolví en mis sueños,
te invite a vivir la vida.

Solo te regale mi existencia,
y aunque todos
creyeron que era una tragedia,
fue nuestro encuentro
donde se iluminó nuestro amor,
en el interior de nuestros corazones
cuando esta noche
se apagó la luna.




Sar Poet Romero
Argentina







domingo, 5 de abril de 2015

Palidez lunar






Lacio cae el pelo sobre tu cuello,
firmes las manos que lo despejan
y dejan a la intemperie
la palidez lunar reflejada en tu piel.


Cálida la respiración que exhalas,
golpeando los sentidos de mi hombro,
como cálido también mi aliento
en la profundidad de tu mejilla.


Sientes la imposibilidad de negarte,
de prohibir la cercanía de mi cuerpo
cada vez mas intruso, mas invasivo
y que avanza, no retrocede, y aun así, me dejas.


Callas para no decir palabras que te condenen,
el silencio será mi cómplice, el que dirá sí,
y dejar que tu bandera caiga al piso
junto con tu ropa a nuestros pies.


Será suave, será tierno el momento,
será un beso que haga caer los escudos,
será el estruendo del latir de nuestros pechos,
serán nuestros cuerpos en la palidez lunar...
amándose.

Francisco Pradolini Blesa
Argentina