martes, 28 de diciembre de 2021

DESPUÉS DE LAS CULPAS - ÁNGEL VALENZUELA

 



DESPUÉS LAS CULPAS

Ángel Valenzuela

Veracruz, México

 

Exhaustas las espaldas contra la cama,

contrapuestas ante el abatimiento,

ofuscadas tras dedicarse caricias mudas.

Exhaustos los ojos que no se miran,

no lo harán...

prefieren estancarse en una luz superflua

y viajar entre ideas que despejen culpas.

Labios que murmuraron al oído,

lengua que desafió una promesa,

una caravana que desfiló extraviada

y acabó rendida en un limbo

acechado por una provocación

que terminó por vaciarle su recato.

Exhausta la recámara,

con sus cortinas inertes hasta el piso,

exhaustas y en sincronía con las dudas,

como un monólogo proscrito,

sin conclusiones,

que se descubre en un exilio

y este cansancio que le aloja las excusas.


jueves, 23 de diciembre de 2021

UNA AURORA PARA ISABEL - ALICIA FLORES

 




Una aurora para Isabel

Alicia Flores

México

Escribí para mi nieta Arely Isabel

 

En el quinto invierno del Siglo XXI nació una niña cuyo pelo abundante y espeso de tonos del ala de cuervo enmarcaba una piel similar a los botones de rosa y unos iris color topacio; pero ese rostro de pómulos salientes y ojitos tan oblicuos que al sonreír casi desaparecían tras las mejillas suscitaba comentarios admirativos por la singularidad de ese contraste.

Su mamá -llamada Rosalba- antes de su llegada había dispuesto ponerle nombre de reina española: Isabel; pero al ver tan exótica combinación empezó a buscar otro complementario más acorde con su aspecto: hay que decir que como buena mamá moderna no tomó tal cuestión a la ligera, sino que adquirió un libro para prepararse bien.

Mientras la bebé sucesivamente aumentaba de peso, la seguía con la mirada y sostenía la cabeza, Rosalba repasaba nombres orientales para saber su significado: primero consideró Arisu -variante japonés de Alicia que significa “dulce alegría”- después Tamiko (abundancia), Yuri (Lirio) y Nyoko (Gema); inmersa en Asia, de China le gustaron Xiang que significa “Fragancia” y Thi-Lan “Orquídea poética” …

Inició Arabia mientras la nena sonreía y empezaba a gorgorear al verla: se enteró que Yamina significa “Amor” y Zaira “Luminosa”, de ahí - no perdiendo de vista sus rasgos eslavos- ascendió a Rusia y con la gordita balbuceando “Má” en su regazo supo que Tamara es “Palmera”, Tania “Defensora”, Nadia “Esperanza” y Natasha “Nacimiento”; cuando la niña empezó a gatear, con el mismo espíritu de infatigable exploradora pasó a Oceanía para considerar los polinesios como Maeva (Bienvenida) y Apikalia (Alegría de sus padres). Tan pronto anotaba el que parecía más hermoso o significativo aparecía otro que sonaba más eufónico y los días se le pasaban atendiendo a la nena y las noches bogando en su travesía nominal.

Isabel tenía en su cuarto una lámpara que desparramaba en cielo raso y paredes los colores del arco iris de su pantalla, la nena estiraba sus manos queriendo atraparlos, lo mismo hacía con un móvil con ese tema suspendido arriba de la cuna, más tarde gorjeaba y señalaba los distintivos colores en cualquier lugar que los avistara, ya fuera grabado, en imagen o estampado; su juguete favorito era un unicornio de trapo que en lomo y crines exhibía un arco iris fosforescente y no lo soltaba ni cuando empezó a dar sus primeros pasos.

El tiempo siguió pasando y Rosalba consideró Iris, pero junto a Isabel no le hacía ¡tilín, tilín! cual dos notas en una campanita de plata.

El día de su primer cumpleaños sus abuelos le regalaron un abriguito color violeta con capucha orlada de piel, su mami se lo puso y así se la llevó al Super mercado; en la fila de la caja un señor de aspecto bonachón y barba canosa la miró y quitándose los lentes para verla mejor se inclinó para cosquillearle la barbilla mientras decía:

- ¡Hola preciosa!, pareces una diosa esquimal.

Naturalmente Rosalba le preguntó el nombre de tal deidad y él –que resultó ser un estudioso de las mitologías– le contestó:

- Hay varios: en las leyendas esquimales Sedna es la diosa del mar y provee de focas y peces para comer, pero a veces la diosa de las nieves Yokul la cubre con una coraza muy dura y no los deja salir, Sedna no tiene dedos para peinarse y el pelo se le enreda mucho, entonces envía a Timersitt diosa de los vientos a través de Kelia el cielo para avisarle al dios Sequinet el sol que la acaricie y le desenrede los cabellos, así un angakoq o chamán esquimal sabe que el momento propicio para pescar, cazar y hacer sus iglús es cuando se enciende en el cielo la aurora boreal….

Rosalba lo interrumpió plena de expectación:

- Espere: ¿la aurora boreal es el arco iris?

- No hay arco iris en el Ártico porque no llueve, sino que nieva, pero cuando Timersitt vuela hacia el sol muestra los colores del iris en Arely: Aurora Boreal….

Así fue cómo Isabel adquirió una aurora.


viernes, 17 de diciembre de 2021

RECITAL POÉTICO REENCUENTRO

UN DÍA DE DICIEMBRE - RAMÓN DE JESÚS HERNÁNDEZ OLIVARES

 




UN DÍA DE DICIEMBRE

Esta mañana de diciembre fuimos a comprar las esferas y adornos para el árbol de navidad, yo Isaac y mi madre Alejandra nos adentramos en el mercado de la avenida principal, había ya muchas luces multicolores, esferas de cristal y las clásicas figuras que se pone en el nacimiento al pie del árbol.  Todo era alegría, se escuchaban los villancicos. Me recordaban a los que se cantan cuando se va a pedir posada.

Era el día 16 de diciembre, día de la primera posada, por la noche nos alistamos, Pepe, Enia, Enid, Eunice, Pánfilo, Gustavo, y Roberto. Preparamos el pesebre, adornando una caja de huevo, cada quien tomó su vela y nos dirigimos al inicio de la calle y empezamos a tocar la puerta en cada una de las casas, cantamos villancicos y a cambio recibíamos algunas monedas, que al final de las posadas preparáramos una y festejáramos el nacimiento del niño Dios.

Así entre cantos, y posadas a los que nos invitaban celebramos la época decembrina, al final de toda esa aventura, platicaba en casa con Pánfilo y Gustavo y recordábamos las anécdotas de uno que otro gruñón de la calle que no abría la puerta para escuchar nuestros canticos, todo era risa, éramos unos niños de escasos seis o siete años, al final mamá Alejandra nos decía que ya debíamos dormir, por las clases en la escuela al día siguiente por la mañana.

Esa noche en mi habitación observaba el cielo y miraba la constelación de Orión y recordaba que las estrellas que conforman su cinturón se dice que son los tres reyes magos que vienen a ver al niño Dios en su nacimiento. Muy hermoso mirar el firmamento en tonos azul violeta y nubes perladas.

Al día siguiente Roberto se levantó temprano para irnos a la escuela, vimos algunas cajas de esferas junto al árbol de navidad, que estaba adornada con esferas multicolores y luces bellas, y al pie de mismo, el nacimiento con las figuras emblemáticas de la virgen María, San José, el Arcángel, y los animalitos, del buey y la mula.  sin embargo, las colgaríamos por la tarde, no podíamos entretenernos más, mamá preparo las mochilas y nos encaminó a la escuela, Gustavo y Pánfilo iban mas adelante. Durante las clases lo único que pensaba era cantar villancicos por la noche con mis primas. Algo que hicimos durante los días siguientes hasta que llegó el día veinticuatro.

Por la tarde noche del día veinticuatro, vi que mi padre estaba emocionado, lo noté porque puso una mesa y sillas en la parte del Zaguán de la casa y colocó refrescos en una hielera, pensé que habría fiesta o una reunión de adultos. Estuvimos jugando ahí un buen rato, Pepe trajo el juego de la lotería y Enid el juego de Serpientes y Escaleras, la pasamos muy bien. Roberto y Eunice como eran los más chicos jugaban a otra cosa

Pasó el tiempo la noche estaba tranquila, admirábamos las estrellas y comíamos galletas de “animalitos” que nos había dado mi madre y se escucharon algunos compases de guitarra al inicio de la calle, se trataba del tío Víctor y sus compadres que venían cantando, era un tipo alto y no cantaba tan mal, risa me daba ver sus pantalones, porque de ahí podrán sacar unos siete u ocho míos. Que “alharaca” teníamos los chicos nada mas de verles. estábamos impresionados de ver que mas allá de la cuadra, bajando el cerro del “Abuelo”, otras personas venían haciendo lo mismo, entre música y cantos. Lo que mas nos ha llamado la atención es que portaban unos muñecos hechos de cartón y papel de china roja, verde, amarilla, azul y naranja, vistosos, eran figuras enormes de distintas formas. El tío y sus amigos traían un Dragón multicolor que de su interior salía luz de velas que se prendían para dar la apariencia de las llamas que el dragón sacaría de su hocico, algunas personas con faroles de cartón  y otras quemando luces de bengala. Yo estaba emocionado y me subí a la barda de fierro que tenía el frente de la casa. No quería perderme detalle alguno.

Como el tío Víctor sabía tocar el Violín de Chaca se lucía en esta festividad, platica mi madre que es una tradición antigua de la ciudad esta festividad en dos días, Navidad y Año Nuevo. Esos días era fiesta para los adultos que recibían a su familia o amigos que llegaban a su casa celebrando esas fiestas tradicionales. Por lo que mis padres y mis tíos Luis y Javier se divertían a lo grande. Y así otros pasaron a cantar al zaguán y se les ofrecía refrescos de la hielera, risas, platicas y bromas entre los adultos, sin embargo, los más chicos, emocionados con las figuras enormes que se movían sin parar, para alegría de todos.

Después de un rato se fueron los caminantes con sus grandes figuras, porque les esperaba el camino largo y las visitas a las demás familias que esperaban con regocijo la festividad. Entonces vino la calma, los adultos seguían en el zaguán y entonces me dirigí a la habitación para dormir, estuve emocionado porque al otro día seguramente varios chicos de la escuela platicaríamos de toda esta festividad.

 


sábado, 4 de diciembre de 2021

VERSOS NOCTURNOS DE INVIERNO

MARINERO - RAMÓN DE JESÚS HERNÁNDEZ OLIVARES

 


MARINERO

Ramón de Jesús Hernández Olivares

Veracruz, México

 

Soy el marinero de mi propia vida

entre cielo, mar y tierra,

canto entre los arrullos de sirenas

que se asoman entre los peñascos.

 

Bailo al compás del vuelo de gaviotas

y danzas fúnebres del pez espada,

cuando defiende la altivez de su hermosura

bañados por las olas.

 

Soy guerrero soñador en batallas épicas

¡Defendiendo mi honor!

y la justicia de mi patria,

en este mundo pequeño que besan las nubes

de Groenlandia y Australia.

 

¡Soy marino gallardo!

¡Guerrero!

¡Padre! ¡Hijo! ¡Hermano!

seré instrumento de mi patria

para que nuestros hermanos

vivan en paz.

 

 Del Poemario Colibrí