domingo, 25 de septiembre de 2022

LA DAMA DEL UNIVERSO - ANA AHUMADA ESPINOZA

 



Ahí está la dama del universo,

con su vestido negro salpicado de estrellas.

Con sus cabellos lácteos y blanquecinos.

Su rostro pálido nos mira impasible desde el cielo,

muda necrópolis de deseos truncos.

Su aliento invisible apacigua los mares

O los empuja a azotar la roca.

Moviliza las corrientes marinas,

para que la vida allí florezca

La dama del universo guía los pasos de las estaciones,

que tomadas de la mano danzan su danza eterna

en lluvia, hojas, flores y frutos.

Ella nos mira con sus ojos ciegos

como si estuvieran abiertos y suspendidos

eternamente en la agonía cósmica.

Continúa su viaje eterno,

girando y girando alrededor de la tierra.

Observándonos, vigilándonos,

mostrando siempre el mismo rostro,

y el mismo vestido.

La luna es el rostro de la dama del universo,

un rostro petrificado, estático, resquebrajado.

Un rostro triste, por el que nunca resbalará una lágrima.


Ana Ahumada Espinoza

Chile

 


martes, 20 de septiembre de 2022

MI OCASO POR UNA PERLA - SILVIA AQUINO LÓPEZ


 


A Tila

 

Perla nacida bajo el Cerro de la Silla

mujer arrojada, sin temor ni miedo.

Te movías en las aguas y en los vientos,

sabia para irradiar tu amor en ternura.

 

Encontrabas rocíos, descubrías rosas

desde tu vientre, ¡oh selva tropical!,

colmaste al mundo con mil perlas

alegres, empeñosas, pero hoy tristes

ante tu funesta y lúgubre ausencia.

 

Perla norteña de mirada melodiosa,

de esperanza eterna, siempre fiel

a tus ideales, benévola y perpetua

frente a la perversidad del mundo.

 

¿Por qué, mi perla de quimeras,

dejó mi amor con agobios y martirios?

 

¿Por qué te hundiste hasta la hondura

en el raudal de tu río? Hoy no puedo

escuchar tu canto de jilguera y cardelina.

 

Huérfana en tinieblas sin tu luz,

Peregrina y romero en esta vida voy.

 

Mas al escalar el cerro de la silla

he de encontrarte volando entre las nubes,

mil veces yo lo juro, lo grito en llantos

llenos de tormentas que nadie intuye:

no soltaré tus manos tan preciosas,

te asiré a mí en ternezas fervorosas,

mi más preciosa, plateada, dulce perla.


SILVIA AQUINO LÓPEZ

Xochimilco, Ciudad de México.

 

PERDON - NARA CANINO SALGADO

 


Perdóname, Dios mío

por este sentimiento

tan profundo tan mío

por haberlo callado

Perdóname, por mis momentos

de solaz lira para entonar

mis más caros sentires

cubrir ese ineludible, refrescante

y vivificador rocío divino...

Perdóname, por querer compartir

mis vivencias mis experiencias, los despojos

los sentimientos líricos, patrióticos y amorosos

que han dejado una indeleble huella en mi existir...

Perdóname, por ser sincera y auténtica

libre de todo atildamiento retoricista

y pedante, de los que solo se acuerdan de ti en Cuaresma

o en esta Semana Santa...

Perdóname, por la emoción desnuda

esa que expreso con ternura

aprisionada del deseo que brota a través de mis versos.

Dios, permite que la frescura y belleza

que cotidianamente nos circunda y los

infelices mortales que no sabemos

ni tocar la lira- no vemos porque nos

hemos ido quedando ciegos con la deshumanización

que hoy padecemos...

Perdóname ! oh Dios, por amarlo tanto !


Nara Canino Salgado

Puerto Rico


viernes, 16 de septiembre de 2022

QUIEN FUERA NIÑO - MARÍA LUZ OLIVARES ALDANA

 


Sonrisa de niño,        

mil cascabeles al aire,

carita de ángel,

perfume de arcángel.

Mirada de niño

sutileza que embriaga,

y el alma…

Con ella se hermana.

Sonrisas, miradas,

trinos, destellos,

pupilas profundas

de agua aquietada.

Manitas de niño,

tiernas mariposas,

pétalos al aire,

siempre cariñosas.

Dale al mundo

tu sonrisa,

dale al mundo

tu mirada.

Dale al mundo

tu caricia,

y el hombre duro

recuerde su infancia.


María Luz Olivares Aldana

Veracruz, México


ESPERO CUENTO - LOLA VARA

 


Cuento baldosas

espacios vacíos.

Cuento los TIC-TAC

uno por uno.

Cuento las esperas

los abrazos que sostengo.

Los giros del café

con el bailoteo de la cuchara

Cuento los otoños

con las hojas movidas

por la brisa

que siempre me despeina.

Cuento plantas

cuento flores

a veces cuento espinas.

Cuento caracolas

que se suicidan

y renacen en el azul

de olas intensas.

A veces no cuento

sólo observo, espero…

Siempre espero.


Lola Vara

San Vicente Argentina