miércoles, 13 de junio de 2018

CALLE VACIA







Camino entre miradas perdidas
de vivientes que acuden a misa
y lloran.

Edificios que se desploman,
la historia los abandona,
sin esculturas,
sin rótulos históricos,
una pareja camina entre
tiempo y pensamiento
y reconstruye su historia.

Viajo al pasado
a través de los aromas de lluvia,
rieles que rechinan bajo el pavimento
y carcajadas de carnaval
atrapadas en paredes viejas.

Solitario en el camino a casa
la luna me acompaña,
a veces sonríe,
y al mar ¡Enloquece!
Cuando intenta besar a las olas.

A solas, escucho el rugir de la marea,
me detengo a mirarle,
y de regalo,
¡Una estrella de mar!

He caminado a media noche,
entre  murmullos de árboles,
mientras los gatos maúllan
y mariposas nocturnas danzan
¡Locas! ¡Locas!

En la calle vacía me acompaña mi sombra,
platica de amores,
oramos juntos a las tres de la mañana
mientras a lo lejos, un violín calla.

Entre la luz de los faroles viejos,
lejos se dibuja con recuerdos tu silueta,
no se acerca, le apresan cadenas de amargura.

Las frases invaden los sueños,
imágenes recorren mis ilusiones
que se ahogan de olvido,
¡Tengo miedo! ¡Se detiene mi suspiro!

Desmayo sin contratiempos,
mueren las horas en el infinito
y en esta calle vacía
mi cuerpo inerte muere de frío.

Ramón de Jesús Hernández Olivares
Veracruz, Ver.


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