viernes, 19 de enero de 2024

SI LA MONA LISA FUERA NEGRA- ÁNGELA PINALES VALDEZ

 



Absorta, en absoluto silencio,

mi pensamiento traspasa los tiempos.

La pintura de la Mona Lisa,

con mi corazón de poeta, contemplo.

Frente a esta obra fascinante, tan famosa,

de una dama misteriosa, da vuelcos mi mente,

pariendo absurdas interrogantes.

 

¿Qué tal si hubiese sido negra la Mona Lisa?

y en vez de esa tersa y blanca piel de porcelana

hubiera sido de tez color café o acanelada,

preciosa, oscura, cual fina madera de ébano.

 

Si hubiera sido su nariz un poco achatada,

no larga y perfilada como la dama del retrato,

con ojos profundos y sombríos, cual noche sin luna,

de boca grande, labios carnosos y sensuales,

cual fruta madura,

dibujando ellos tal vez una triste mueca,

muy distante de la enigmática sonrisa

plasmada, en los delgados labios de la Mona Lisa.

 

Una larga y lacia melena, la pintura no luciría

por el contrario, una cabellera enmarañada,

de aspecto rebelde y salvaje su rostro                                             

de escasas cejas, enmarcaría.

Adornando su cuello fuerte,

sostenido por sus pechos turgentes

un collar fijo con gruesas cadenas,

en vez de medallas, púas prominentes.

Su cuerpo no aparecería envuelto

por ropajes de finas telas de sedas

tal vez luciría medio desnudado,

mostrando su estrecha cintura

y caderas extensas.

Pues en aquel tiempo, eso qué más daba,

no era un ser humano,

sino tan solo una esclava.

 

Sus manos no serían delgadas y delicadas

mas bien serian unas manos fuertes,

encallecidas

adornadas sus muñecas con grilletes

gruesos y horribles,

símbolo visibles de los momentos terribles

que en ese tiempo vivió esa raza.

 

Un río apacible no tendría de fondo,

mas bien un mar embravecido y un barco negrero

Además aparecería un fuete quizás

con el que tantas veces sería azotada y sometida.

Y para completar la escena

aparecería una infame y horrenda máscara de hierro

usada sin piedad para humillar, martirizar

y matar cualquier sueño de libertad.

 

Pero este cuadro de esa chiquilla de leche en los labios

de seguro que no tendría tanta fama,

ni la atención llamaría,

quién era aquella criatura oscura

que de su terruño sin piedad fue arrancada

para terminar con hierro candente, carimbada.

 

Como bestia tratada, vendida cual mercancía barata,

para satisfacer los instintos carnales de algún níveo amo,

trabajando noche y día en algún palacete

haciendo las peores y mas humillantes labores,

sin importarle a nadie, tampoco a la iglesia

creían que por tener anochecida la piel,

carecía de alma.

 

Si fuese así la Gioconda, tal vez  ya ni existiera.

Porque más que una rimbombante obra de arte

sería la afrenta palpable de atrocidades pasadas

hechas por humanos de oscuro corazón o ninguno,

de la ignominia que sufrieron muchos

en manos de aquellos monstruos despiadados.

 

Si la Mona Lisa fuera negra, tendría la mirada temerosa

y perdida, frente a las dudas de su cruel destino,

más negro que la negrura de su propia piel.

Mas negro que el oscuro abismo de sus desesperanzas

e incertidumbres.

Pero si este cuadro existiese, sería además

un palpable recordatorio

de lo que nunca debe volver a suceder

para que este corazón de poeta, jamás por algo así,

me vuelva a doler.


SI LA MONA LISA FUERA NEGRA

ANGELA PINALES VALDEZ

REPÚBLICA DOMINICANA

@Derechos reservados

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario