domingo, 27 de mayo de 2012

REGALO DEL MAR



Camine, sin prisa
ahí estabas... ¡grandiosa!,
venían a mi, el abraso
de tus olas,
recorrías mi cuerpo,
ahí, ¡sola! ... y con testigos.

¡te llame!, acudias,
silenciosa y arrullante,
tu sonido, provocaba
recostarse en la orilla
de un camino de enamorados,
y de pensantes solitarios.

No podía dejar de contemplarte
tu espuma,
formando  vestidos de encaje,
a quien  dormía,
a las sirenas que cantaban
gritaban y lloraban, en los peñascos
mágicos de la tierra.

Tuve un deseo,
y aun cuando me vestías de encajes
te pedí un regalo.

Cubriste mi cuerpo
de blancas perlas burbujeantes,
me senté a la orilla,
y en instantes, me obsequiaste
cobijo de perlas,
y desde el horizonte vinieron a mi,
estrellas que habitan en las profundidades
que con aquellas diminutas perlas,
forme un collar,
que en épocas del soledad
coloco en mi cuerpo,
para cerrar sutilmente , mis ojos
y .....escucharte.


Poeta: Ramón de Jesús Hernández Olivares
País : México




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