sábado, 25 de mayo de 2013

ANGEL




Estabas ahí
en el cielo esplendoroso
entre gaviotas y mariposas.

No sé cuantas veces mire
tu vuelo majestuoso,
como una pluma consentida
por el viento.

Hoy, en medio de velos
te cubre el cielo, y te viste
para la ninfa de la playa,
en un apresurado vuelo
por besar al sol.

Recostada sobre la arena
te esperaba el placer del primer
instante de amor,
conocer las delicias del beso
que otorga juventud eterna.

Lentamente posaste
tus pies sobre la arena,
para arrullar en tus brazos
la ninfa que vestida de sedas,
tan solo espera.

Sus delicadas manos
tomaron tu rostro,
y besando tus carnosos labios,
te ha mordido en una frenética pasión.

Tan solo tu corazón un instante se detuvo
y su mirada en el firmamento se apaga sutilmente,
porque su pecado  es convertirse en sal
al besar un humano.

Ángel que pierdes tu fino plumaje
bajo la luz de la luna
miraras el firmamento,
cantaras al mar y a las ninfas nocturnas
que a la orilla del mar, cada noche volverán.

Ramón de Jesús Hernández olivares
Derechos reservados

25 mayo 2013 

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